V i v o p o r q u e e x i s t e l a m ú s i c a, s e n c i l l a m e n t e.

So che capirete. Io vivo per la musica.

20.12.11

Bubbly.

Y bueno, aquí viene el intento por retomar las entradas y dejar de pensar "Nah, no vale la pena escribirlo" cada vez que se me ocurre algo.

Tengo 2 temas con los cuales irme por las ramas... Ta te ti suerte para ti, n vieja... con maní, yo no fui, fue Teté, pégale, pégale que ella fue...
Ahora que me doy cuenta, los 2 podrían terminar en lo mismo, pero bueno, voy a empezar por el que se me ocurrió antes, puede ser menos relevante pero es más bonito, me parece...

(Y en eso suena el teléfono. ¡¡Dejen de ofrecerme carteraas!! T.T Sí, son preciosas algunas y las amo, pero las quiero para cdo. tenga guita para tirar por la vvntana y peuda comprarme cosas excesivamente caras por ser genialidades del diseño, no para andar haciendo que la gente que me quiere regalar algo gaste plata en cosas que no significan nada...  Gracias. Ahora que lo pienso también podría escribir sobre los regalos de Navidad... En fin.)

Bueno, caminando para pilates (mejoré mi elongación, fuck yeah ;) ) me puse a pensar en el sentido de la música y en la "eterna batalla" entre la perfección técnica y la expresividad a la hroa de interpretar, y en si esta es realmente una eterna batalla.

Paso a explicar:

A la hora de interpretar una pieza de lo que sea, no sólo importa la habilidad tocando el instrumento (consideremos a la voz un instrumento más pero de carne y hueso) sino también el "sentimiento" con el que e toque o componga, para ponerlo en palabras simples (es decir, para ahorrarme pensar).
Es decir que cada música puede ser juzgada desde muchos puntos de vista.

(Vayan hasta los próximos "..." para saltearse todo un chorizo de explicación musical que poco importa)

 Para empezar, a la hora de componerla hay alguien que decide, por ejemplo, en qué escala se va a tocar, si va a ser más aguda o más grave, la extensión que se va a abarcar, con qué instrumento se va a tocar, etc., y cada una de esas cosas va a cambiar la sensación final que produzca la pieza. es ahí dónde cuanta más experiencia y más "oído absoluto" (capacidad para pensar "cómo quedan " los sonidos sin tener que escucharlos en ese momento, o de reconocer una nota por su sonido sin ver a quien la toca) tenga el compositor, más posibilidades de hacer "locuras" que suenan bárbaro va a tener. Después viene y agreg el arreglista, que puede ser el compositor, el intérprete, ambos, otra persona... Y que va a transcribir la obra según le parezca, pudiendo alterar un poquito cómo la escribió el compositor, tanto en el sentido de que puede cambiar una negra con puntillo por una negra  y una corchea porque cree que con sonidos separados suena mejor como porque en vez de escribir la negra con puntillo escribe negra + corchea ligadas, que formalmente son lo mismo, pero para el cerebro de quien toca van a ser leídas con un matiz diferente. Seguimos: El intérprete, que va a interpretar todo eso escrito, conscientemente o no, y darle todo matiz que le salga, aferrándose más o menos a lo estrictamente regulado y sumando toda una parte visual que, créanme, suma o resta mucho. Por último (sí, queda alguien más ;) ) el "productor". Bancá, no piensen en un gordito que sobreexplota adolescentes con buena voz para ganar guita, me refiero a alguien con sentido plástico/estético que decide dónde, cómo,cuándo, con qué portada, título, video, etc. se va a publicar la pieza, para agregar a su expresividad. (O restar, hay que admitirlo.)

(...) -Yo avisé que era un chorizo de explicación.

En fin, en ese caso, ¿Qué es más importante? Interpretar a la perfección pero hacerlo en estado de "Gas noble" y no representar en absoluto lo que se toca, sea tocando o sea con la expresividad personal, o relegar un poco la interpretación y actuarse la vida, pensando en cada nota que puede "linger" (vagar) un poco antes de esfumarse porque así suena mejor...

Y, hay que decirlo: Ambos.

Por eso se dice que para tocar realmente bien se requiere una vida de práctica; no porque cuantas más veces te hayas sentado frente al instrumento vayas a mejorar ineviablemente a lo Sims, sino porque
1) Con la práctica vas asimilando la técnica más "perfecta" posible como algo natural y podés empezar a repartir parte de tu concentración en lo que estás expresando por medios extrasonoros.
2) Porque la práctica te hace ir etendiendo y escuchándo la música de formas diferentes. Ej: Tocar un piano no se basa sólo en saberte las escalas, las armonias, disonancias y en ganar velocidad de dedos, sino en entender cada obra como un "todo" de partecitas simples y muy pequeñas que se suman cual átomos en un compuesto.

Pero también podemos considerar la interpretación majestuosa como algo alcanzable y decir que. según la situación, la pieza que toquemos, etc... podemos abocarnos más a una u otra.

Tomando esto en cuenta puedo decir que a veces lucirse al máximo interpretando resta, porque hace perder un equilibrio necesario entre expresividad y técnica simple de algunas canciones, y al final termina siendo "pucha, sabe cantar" pero "no lo disfruté en nada".

El otro tema era el "equlibrio", los grises en la vida... por hí en un rato lo escribo, ahora tengo necesidad de tocar a mi piano...
Kisses.

Es una entrada un poco  pelotuda, pero me soba :)

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