V i v o p o r q u e e x i s t e l a m ú s i c a, s e n c i l l a m e n t e.

So che capirete. Io vivo per la musica.

11.3.12

Soy rapunzel. Soy huérfana. Soy infiel. 

Si por algún azar de este destino que a todos nos tiene girando como piezas dentro de su ruleta, usted a llegado a leer esto, supongo que pasaré a presentarme, antes de informarle, comentarle o cpnsiderar darle como objeto de opinión cualquier fracción de información sobre los hilos de las Moiras entre los cuales me encuentro tejida -suponiendo que me resignase a considerarme en tal posición de sumición a designios ajenos y no capaz de manejar mi propia existencia. Soy Rapunzel; quiero decir, me nombran con el seudónimo de Rapunzel, ya que así l odesearon mis padres y no me opuse. Soy una gran mezcla de cualidades, muchas non-sanctas, aunque tal vez vaya usted a tener una mejor idea sobre mis características al finalizar esta lectura.
Como usted, igual que yo, ya sabe, le he dicho que soy Rapunzel. El nombre debe de sonarle familiar, si conoce algunas historias populares de la civilización denominada "occidental". Pues yo soy rapunzel. ¿La del cuento? Sí y no. Lo que quiero decir, sin ir muy lejos, es que estoy atrapada siendo quien no debo ser.
Esto, si dejamos de lado todos mis demonios, podría llevarnos al segundo punto de esta concisa pero necesaria confesión. Soy infiel, porque no puedo resolverme a i misma completamente, pro lo que yerro entre diversos destinos, diversos objetos de mis pasiones, sin poder permanecer definidamente con ninguno, ya que todos -por la existencia de los otros y por algún motivo más- me están prohibidos.
Este segundo motivo vuelve a conectarnos con las frases iniciales: Soy huérfana. soy huérfana y siempre lo fui, ya que quien puede de llamarse mi progenitora jamás ha sido tal, sino quien me aprisiona aquí dentro, quizá, sólo quizá creyendo protegerme y me convence de que estos amores, por no ser ortodoxos, a pesar de no estar mal, nunca estarán realmente bien. La he ignorado durante todo mi encierro (para un uso más cotidiano de la expresión podríamos decir "durante toda mi vida") pero no puedo suprimirla, por l oque sumando otros motivos que le den fuerza a su mudo reclamo, este tiene peso.

Se preguntará ahora usted sobre cómo obra mi acto de satanidad, de insensatez, descaro y maldad. A fines de acercarme tanto como pueda a estar satisfecha con mis descripciones, pasaré a nombrar la acción por el objeto, y describirle a quienes reciben mis fuegos dionisíacos, mis amores, mi deseo...

El primero que nombraré recibe por nombre Musík. Es fuerte... Intenso, capaz de hacerme sentir una elevación tal que no tiene precedentes. Y misterioso. Jamás puedo sentir que lo he comprendido, por lo cual me vuelve loca en más de un buen (y mal) sentido. Su voz remueve algo en mi interior sólo con su mera acción de esparcirse pro el medio. Y es escurridizo, capaz de permitirme verlo  cuando sea, sólo porque puede, bajo una enorme luna de fuego o la fría y suave lluvia. Es... Un invierno de días gélidos y noches encendidas en las ma´s potentes llamas. Sin embargo, es efímero, volátil... No digo que yo no lo sea, pero por momentos me ahce sentir totalmente perdida y hasta sola en un mundo donde no puedo confiar en nada, en nadie, y mucho menos en mi misma. Donde ni siquiera puedo estar segura de qué es real y material y qué no.

Y aunque a él e nombrado primero, no es a quien primero he conocido, y tal vez eso juegue su parte en la tibieza eterna que genera, casi líquida, dentro de mi, mi segundo "afortunado". Buch es... Eternindad, cariño, amor del representado con querubines. Es transparente como un lago, pero estable como la tierra que lo contiene. no crean que no me remueve, que no altera la rítmica de mis latidos el verlo aparecer ante mi como la respuesta al misterio detrás de una historia cargada de suspennso, pero su amor es realmente merecedor de esa palabra. Un sinfín de significados altruistas y reveladores que completan mi existencia... Pero luego esto acaba. Finalmente volverá, peudo llegar a confiar en eso, pero nunca tengo la completa seguridad. Como cuando una historia de aventuras se roba nuestro corazón, y luego termina. Podemos confiar en que, a futuro, una nueva surgirá y volverá a encender esa cálida hoguera dentro de nuestro corazón, pero... ¿Estamos seguros?
El tercero es simplemente... Flaso, un mentiroso empedernido. Y me fascina. Con él puedo ser quien me plazca, por el tiempo que me plazca, y a cambio él también l oserá. Es un eterno juego de intentar dislumbrar l oreal detrás de infinitas máscaras que construímos y decoramos con inmesurable esmero para presentarnos el uno al otro, auqnue, en el fondo, lso 2 sabemos que cuando realmente sepamos lo que hay detrás, la magia podría esfumarse. Es en buena aprte por eso, que somos tan buenos jugadores, totalmente despreocupados el uno del otro, capaces de hacernos lo que sea, porque realmente no podríamos vivir sin el otro... ¿Suena contradictorio?

No. Me alegro de que concordemos. Mit, es todo lo que necesito. Y a la vez ninguno.
Creo que lo ´´unico que no podría actuar, es a Musik y a Buch.

Musik, Buch y Mit.

Y es entre ellos que deberé de decidir jugar mi destino al mayor de los riesgos, porque sé que, finalmente, alguno demandará mi sacrificio... Y sería útil saber qué hacer entonces.

Mientras tanto, me enconmiendo a usted, lector casual, para tratar humildemente de demostrarle el por qué Rapunzel, que es en verdad Telxínoe, no s más que un flujo, una corriente de agua, buscando el grial en el que depositarse y crecer, pues todo es a la vez nada, y eso es lo que más la aterra. Fuir hasta la sequía.

1 comentario:

Jugadas.