3 años repitiéndomelo, 25 entradas al respecto, un cartelote gigante entre las etiquetas y experiencia de vida sobrada como para tenerlo en cuenta... Y me olvido.
Copado.
En fin, como para darle contexto a lo que digo, hoy volví en la B con Eri y una chica de su curso cuyo nombre desconozco pero me cayó bien, y después 141, con musica... Para cuando estuvimos por pasar por el Durand, estaba tratando de evitar reirme a carcajadas en pleno colectivo superpoblado.
Realmente, ser feliz es fácil. Más con música en tus oídos, pero aún así...
Y sí, si tengo ganas de preocuparme, tengo 100000 lugares de donde sacar motivos.
¿Y?
Sí, me sentí estúpida gran parte del día, sentí que tenía infinitas cosas para hacer y jay infinitos aspectos del mundo que me dan miedo. Pero sé perfectamente que eso es sólo por momentos. ¿Por qué? Porque no es una verdad absoluta, en primer lugar porque difícilmente existan y en segundo porque hay un Dios que nos ama (y si en vez de Dios preferís creem en el karma, charcra, "el secreto", el equilibrio universal, San Nicolás o los Daaleks, está bien, el punto es que hay un motivo para existir con ganas :) ), y si nos ponemos a pensar:
Supongamos que realmente fuera el ser más estúpido de la tierra, al menos para mi no lo soy, o alcanzo para entretenerme lo suficiente, y hay cantidad de gente que todavía no me mató, así que por respeto a ellos, debería dejar de llamarme alguien estúpida, porque significaría que no saben elegir lo que les conviene. podré ser ignorante en 10000000 de aspectos. ¿Y? Eso sólo significa que puedo ahorrarme la soberbia y que me quedan muchas cosas interesantes para aprender :)
Las cosas para hacer, de última no se hacen. Mientras no dejemos de respirar, lo demás se puede arreglar...
Y en el caso del miedo, lo inevitable va a llegar disfrutemos de todo lo anterior o no, así que conviene aprovechar las chances. y en cuanto a lo "evitale", lo cual en gral. depende de la humanidad,
¿por qué no confiar en los demás?
Si uno cree que los demás le pueden hacer x cosa, es porque ese "uno" hasta cierto punto estaría dispuesto a hacerlo. Es más, hay quienes jurarían que el pensar en que lo haría y creerlo propician o hasta causan que suceda, lo cual termina significando: "Confiá, más te vale" pero sin cara de amenaza psicópata. Si realmente no haríamos algo, o no queremos para nada hacerlo y por eso le vamos a poner altas ganas a evitarlo, no tenemos por qué creer que nos va a pasar, y si llega a pasar, va a ser una ventana cerrada para que se abra un portón dorado, a lo Palacio de Varsalles.
¿Y saben qué? Yo les creo.
Confiando, primero en uno, luego en los demás y luego en el mundo se disfruta mucho más (y lo vengo comprobando) la vida, ¡hay que ser un toque caraduras en esta vida, carajo! Al menos para no pasar por sombras en la pared. Y si nos llegamos a caer de cara ¿acaso no lo vale el haber intentado?
Prefiero unos cuantos moretones a una vida soñando con "y si hubiera pasado..."
Lo imposible se logra, simplemente hay que pensar para transformarlo en posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Jugadas.