¿Viste cuando tengo ganas de patearte por la puerta?

Yo no tengo nada contra vos. De verdad, es más, me caés bien, pero 

POR FAVOR ANDATE. 

Si tengo que ser reducida a lágrimas, no quiero que alguien más lo vea, así que salí de mis casa, porque hice una de las pelotudeces más grandes que podía hacer, al menos visto desde sus ojos.
Y se lo quiero decir.
Lo quiero enfrentar cuanto antes, así hay menos posibilidades de que termine todo para el reverendo ojete.
Y no doy más, te juro que me siento especialmente mal.
Así que por favor andate.

Pero vas a seguir contando las anécdotas de hace 38 años...