Nadie es perfecto, y muchas veces no somos ni tan buenos como nos pintamos, pero tampoco hay por qué tomárselo así, tan a pecho... Porque a vos tampoco te gusta que los demás nos tomemos las cosas a pecho.
Y sí, la gente (yo) dice (digo) estupideces, pero ¿sabés qué? Me tomo el trabajo de retribuirles a quienes tienen que bancar eso.
Y si vas a recordarme mis palabras mil veces, por favor no las deformes hasta el punto de decir que dije algo que justamente aclaré que no era.
¿Trato?
Te juro que lo digo con amor, de verdad. :)
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Jugadas.