Y nada, mi vida sigue rara pero bien, qué sé yo. Tengo un par de piñas por repartir y me ando cocinando a fuego lento, ¿pero qué se le va a hacer?Me ataré el pelo y listo. Hoy voy a vver Drácula, después te digo qué tal anduvo.
Bueno, a lo que iba...
Ansiedad. Ese sentimiento de querer que todo suceda "ya" y no esperar más porque sentís que "no podés", aunque bien sabés que sí, porque si realmente no pudieras te habrías resignado a la consecuencia, ya que no podés adelantar el tiempo girando la perillita del reloj, ni siquiera Bernardo podía.
Hay veces en que la ansiedad sólo demuestra impaciencia y ganas de que algo que consideramos va a ser genial llegue. Ahí sólo hay que encontrar con qué entretenerse hasta que suceda, y si no, ir viendo qué podemos ir preparando para que cuando llegue so tan esperado sea realmente increíble.
Pero hay otra, una que se va transformando en preocupación y te puede llegar a hundir el ánimo, y es porque sabemos que va a pasar algo y no sabemos cómo va a salir pero estamos convencidos de que lo vamos a hacer. en conclusión, ese algo nos pone nerviosos, porque nos importa o porque puede afectar a algo que nos importa (que a fin de cuentas es lo mismo), y tampoco lo podemos adelantar. Sin embargo nos afecta gravemente y queremos intentarlo ahora mismo para ver los resultados y decirnos "la conchaaaa D:" o "bueno, no había de qué preocuparse :)", la inseguridad nos tiene atados a la punta de su dedo y nos gira como a un yoyo. Ante el mareo, queremos que termine pronto, incluso si eso significa sellar el destino de ese "algo" que tanto nos pone nerviosos.
Poruqe odiamos más la espera que el hecho en si.
¿O no?
No sé a qué apuntaba ocn escribir esto, ni me importa. Acá termina la entrada.
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Jugadas.