V i v o p o r q u e e x i s t e l a m ú s i c a, s e n c i l l a m e n t e.

So che capirete. Io vivo per la musica.

29.6.11

L' amour, secrètement facil...

"And if he left off dreaming about you..." 
                        Trough the looking glass, IV, Lewis Carrol. 
 
Amor. Bueno, ya saben que este blog es sólo un rejunte de mis opiniones e ideas en los momentos de volar al menos con la cabeza ya que no me queda otra que dejar mi presencia física atada a un banco de colegio... Y en fin, el amor, esa palabrita... ¿A cuántos els habrá traído dolores de cabeza, impaciencias, "alteraciones", dudas, miedos, lágrimas...? Perdón,  n o s. ¿Cuántas obras literarias, artísticas, musicales o de puro impulso habrá inspirado, y seguirá inspirando, y qué habrá sentido quien haya tenido qué, cuando la RAE o cualquier otra matriz editora de diccionarios encargó la primer definición de no más de 14 (infinitas) páginas de este... ni siquiera sé cómo denominarlo...?
Y es que es muchísimo. Por ahí no en si mismo, no lo sé, nunca supe si lo he visto del todo y creo que nunca lo sabré por que no conozco quien pueda decirme con seguridad cómo es, o al menos nadie a quien le vaya a creer que lo sabe como para que me lo diga. Lo que sí se es que representa tanto en las vidas de cada uno... Lo acepten o no, les guste o no, quieran o no entenderlo, manejarlo, adaptarlo... Es como la comida... No nos damos cuenta de cuánto le dedicamos en nuestras vidas, y de cuan indispensable es para nuestro funcionamiento.
Y lo hay de mil y una maneras, cada una nos lleva a la felicidad por un senderito diferente e interesantísimo, según quien seamos, y cómo le llevemos... Pero el que me interesa hoy y en esste preciso minuto, es el romántico, netamente...
Ya saben, el clásico, el "rococó" y "vintage sepia". Ese que reflejan el francés y los paseos por el Sena, las barcazas vienesas y los helados compartidos, las faldas Chanel, las rosas, el labial perfumado, las cartas decoradas, los jardines "coquets" y los globos sueltos con un deseo atado al final del cordón...

Creo, o percibo, que tiene 2 caras. Como Jano, como todo en realidad si lo vemos desde este ángulo "de esquina"...
Por un lado, el racional, ese en elque una (o uno) puede decir: "Y sí, cómo no voy a amar a tal si es así y yo soy asá" o "si es la encarnación perfecta de esto que adoro" o también "a pesar de su equiscosés, tiene y, z y h para contrarrestarlo, y casi que me encanta este equilibrio recobrado..." que para encontrarlo perfectamente reflejado no hay más que ir a cualquier novela sobre romances (no romántica, que al fin y al cabo significa otra cosa) para chicas aadolescentes, o buscar el diario íntimo de alguna que escriba muy bien... También se pueden pasar por el blog de cierta Dana...
Por el otro, el impulsivo. Y justamente porque este es inexplicable en sus consecuencias, también me cuesta mucho más definirlo. Hay que sentirlo. Sentirlo en esos pequeños momentos en los que una expresión, una sonrisa picarezca o una mirada nos hacen brotar de lo que nos parece lo mas profundo del alma una reacción incontenible, feliz, que casi logra hacernos reír tontamente. Y tiernamente.

...Cuando ambos aspectos concuerdan, lo que resulta, ese amor íntegro, puro... Es increíble. Y es por eso que logra tener la relevancia que tiene en el mundo de al menos todas las mentes que podría imaginar que existieron, en mayor o menor grado de expresividad...

Pero también es por eso que muchos le temen. ¿O no? Suena un tanto complicado que tantos aspectos tengan que concordar, porque a la vez cada uno analiza todos los aspectos de la persona, y esa persona tiene que sentir esa perfecta concordancia de atracción para con la/él primer enamorada (o enamorado) al mismo tiempo, de la misma manera y en el mismo lugar...

En realidad, no lo es. Muy en el fondo, oculto para que no lo tomemos a la ligera y lo valoremos aún más, este sistemita complicado que nos vuelve locos de la manera más dulce guarda secretos métodos para que todo se simplifique... Hoy se me ocurrieron 3.

a) Es que ambos se compensan. Es decir, lo racional con lo impulsivo. ¿O no? Ahí donde la razón no termina de encontrar el punto a favor, "ganado" e irrefutable, aparece un impulso que nos hace sentir, al menos una vez, que es correcto, aunque no entendamos qué le vemos de maravilloso. Y nos mueve tanto que nos deja el punto "tildado" para siempre, oal menos hasta que se repita el impulso. Y viceversa... donde no sentimos atracción inmediata, a la larga nos damos cuenta de cada aspecto hermoso que posee, y descubrimos la mariposa bajo el capullo... ¿Les pasó? ojalá lo hayan vivido, es precioso sentirlo...

b) Y también se persuaden. Cada pieza en contra encuentra la correspondiente a favor y se acomoda para armarnos el cuadro perfecto de felicidad gracias a lo que les comentaba antes... Y donde no tenemos pieza alguna, las que ya están localizadas (y acá es como el número atómico de los átomos del mismo período, cuantas más haya mayor fuerza ejercen) "atraen" a las otras, las llaman y nos hacen encontrar nuevas maravillas. Porque es verdad, aunque a veces nos queiran hacer creer lo contrario, "la felicidad atrae y conlleva más felicidad".

c) Los circunstanciales. Por todo lo anterior, sin dar muchas vueltas más, (aunque en realidad sorprendería ver cuantas volteretas peude dar el destino para juntarnos aunque parezca imposible que nos encontremos y suene a que esto "tiene que haber salido de un cuento de hadas, porque es mucha coincidencia buena") cuando una circunstancia es propicia - o cuando pensamos mucho en que una circunstancia se de- atrae a todas las demás, de una manera rara que nos cuesta entender, pero es adorable.

Así que sí, yo diría que vale la pena perder el miedo y tirarse el lance al vacío. Es una decisión de un instante, un momento de "Bueno, doy el paso" y "ya lo dí" pero que puede acarrear tanta felicidad, belelza y ternura como tengamos el valor de soñar...


Insisto con lo de buscar imágenes en francés.


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