Bueno, les vengo a contar que hoy comí, mucho, rico. Y después del almuerzo hicimos una sobremesa con cosas que o sobraron de Navidad o son para Año Nuevo y hay de sobra. Entre ellas: higos turcos. Fruta que adoro, sea seca, abrillantada o fresca, igual que mi papi, mi mami y mis abuelas -y sí, yo tenái que salir de una familia que disfrute la comida ;) -
Y comiendo los higos pensé en esta entrada, así que les voy a hablar de ellos.
Los higos:
a)Guardan un interior que viéndolo desde las capas interiores no te imaginarías nunca (y es la mejor parte).a) ¿A qué les recuerda esto? Sí, a las personas, a la vida, a... básicamente todo. Todo tiene su lado genial, pero hay que saber buscarlo. Y sólo disfrutamos a pleno la vida cuando tenemos fe en que este aldo bueno está y nos concentramos en él ¿O no?
b) Se disfrutan más comiéndolos de a varios.
c) son caros u.u, es innegable, así que hay que comprar poquitos.
d) Me encantan desde la primera vez que los probé.
b) Esto requiere explicación: El tema es así: Al menos con los higos turcos (así me dijeron que se llaman cuando estan como disecados y en vez de ser un hijo fresco estánn aplastados en forma de medallón y más blancos) si lo comés entero (cosa que es fácil porque tienen más o menos el tamaño de una pepito rellena) no te das cuenta de que pasando esa ma´s o menos gruesa capa blanca (ojo, también es rica) hay un centro mucho más húmedo, dulce, suave... La escencia misma del higo, que es lo que más sabor le da. PEro uno, comiéndolo sólo, no lo ve, o, en el mejor de los casos, lo nota cuando ya mordió la mitad. Pero si los compartís, los cortás en 4 (generalmente) y los ponés en un plato, a veces con varias otras cosas ricas dulces acordes a la época del año en la que esamos, y ya desde el primer momento ves que si te predisponés mentalmente vas a encontrar un centro que va a hacer que lo disfrutes mucho más. Aparte, siendo pedazos más chicos el sabor se puede paladear más, si no pueden incluso caer pesados o parecer secos, cosa que no son.
c) Teniendo en cuenta lo anterior, ¿no les parece que su precio conviene? Así hacés lo que dice arriba y los disfrutás más. Además, ¿no les parece que normalmente podemos apreciar más eso que no tenemos al alcance de la mano constantemente que lo que está siempre? Si esto está bien, mal o regular no viene al caso, pero ¿no tengo razón?
d) Cuando era chica, veía una cosa verde con un montón de semillas (que ahora sé ni notás cuando lo comés) y automáticamente pensaba que no me gustaban. Me tomaba el trabajo de sacarlso del pan dulce o de las roscas de pascua, pero jamás se me había ocurrido probarlo -al menos no a conciencia-. Hasta que a mi viejo se le ocurrió darme higos naturales para postre y hacerme sentir culpable con que le habían salido muy caros y le recordaban a mi abuelo... Y los probé. El resultado (obvio): Ahora los amo. Otra vez tuve que aprender a no juzgar un libro por su portada.
Y nada... Sólo quería hablar de los higos en la que podría ser la ´ñultima entrada del 2010 (aunque soy tan adicta a mi blog que es poco probable) .
Para el que no tuviera idea de sobre qué hablaba, esta es una varieddad de higos blancos.
En España hay un montón, mi abuela de chica se trepaba a los árboles
del tío a sacar higos... Y yo ahora vivo subida al roble.
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