Este no es el caso. Ahora sí, fue increíble. Fue quebrar todas las fronteras que alguna vez creí ver y darles nueva forma, remodelar el mundo, jugar a ser Dios acompañada, fue ser feliz sin importar las consecuencias y arriesgarme.
Apostar algo de cyo valor no tenía idea y n la tengo todavía hoy. Y perd´, pero fue una no-vistoria amarga y dulcísima a la vez, una caída embriagadora, seguida de explosiones de rabia y la música siempre controlandome desde el fondo.
fue "quedar como Alí" y estar en casa en cualquier lugar, incluso esperando bajo la lluvia 2 horas, mil horas, por esa sensación ilsa y maravillosa de que lo vale todo lo que tal vez no valga nada. Es rozar de tacto delicado y brusco, cálido y a la vez húmedamente frío, como el mar que lo envolvió todo. Fue satar hasta volar, sea o no un "bicho de ciudad" y nada nos para abrazados tan juntos y desquiciados como nos lo eprmie la piel y el cuerpo.
Porque podemos volverns locos y olvidarnos de todo, y lo hacemos. Ya va a haber tiempo para coser las tajadas en los corazones gratamente rotos, las mentes quemadas y listas para ser plantadas con semillas nuevas.
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Jugadas.