"Siempre tiene la última palabra."
... ¿Por qué?
Seguramente alguna vez hemos oído o incluso dicho algo sobre este tema, de quién se queda (o aporta) la última palabra.
La pregunta es: ¿Por qué?
No pretendo explicar ahora, de la nada, saliendo esa explicación sólo de mi humilde mente, todo lo que hemos expresado u ocultado, y -aún hacemos- con esa expresión, epro, considerándolo, llegué a recordar 2 posiciones que he sentido "en carne propia" sobre esta dichosa frase.
1) "No la quiero. "
¿Por qué? Esto sólo demostró siemrpe mi sentimiento de inseguridad... El necesitar que el otro responda a lo dicho... Como si eso feura a demostrar mi existencia. Como si de otra forma pudiera desaparecer. "Seguiré existiendo mientras alguien recuerde quién soy". Alguien lo dijo, aunque no recuerdo, irónicamente, quien fue. Pues, aunque ese dicho -admito para quien le interese- me halla deslumbrado en su momento, es erróneo. Porque quien realmente nunca nos fallará si no queremos que nos falle, y por tanto, quien debe ser nuestro seguro, nuestro "recordador", no es nadie más que uno mismo... Así de simple, y así de difícil de cumplir.
Paradójicamente, para obtener esa ansiada, necesitada en el mal sentido, respuesta, debíamos exponernos más y dar varios comentarios que podrían tranquilamente quedar flotando perdidos si fueran inútiles... Al menos nos arriesgamos, aunque sea por el motivo incorrecto.
2) Dámela.Al menos en apariencia, esta representa más fortaleza... ¿O no? Es, también, una necesidad de "ganar" de alguna manera, aunque la supuesta competencia no haya sido acordada jamás... Está bien, muchas carreras y muchos torneos son de "acuerdo silencioso", lamento informarte (o informarme), de todas maneras, que este del que hablo no entra en esa categoría.
...por último, tambiñen existe la posibilidad, casi patética, de no saber cuándo hacer silencio... Puede ser el error más inocente y pequeño, pero como a la vida le faltaría algo de sentido si fuera justa, es el peor considerado en muchos casos... Vamos, no podemos vivir pensando.
Tras esto... la opción correcta sería ser... ¿indiferente?
Sí y no.
Lamentablemente, no se puede tomar partido, pero ojo, ya que todo está en la más delicada balanza, debemos encontrar algún punto medio, aunque se nos lleguen a permitir, con consecuencias, las tendencias...
¿Habrá alguna forma de estar seguro?
...si existieran los compañeros eternos de los cuentos... Si existiera el "para siempre".
PD: Para evitar cualqueir tipo de plagio:
El post anterior y partecita de este: Inspirado por Dana Gastellú Valmayor y su personaje de Roleplay.
"Conclusión" (aunque no derive a nada) de este post: Inspirado por el personaje Oz Vessalius / Bezarius (según transcripción) de Jun Mochizuki.
Ah, también... Cualquier incoherencia se debe a que mis pensamientos fluyeron muy rapido, para variar. Sí, lo sé... elgí una roca. Con todo lo que eso implica.
... ¿Por qué?
Seguramente alguna vez hemos oído o incluso dicho algo sobre este tema, de quién se queda (o aporta) la última palabra.
La pregunta es: ¿Por qué?
No pretendo explicar ahora, de la nada, saliendo esa explicación sólo de mi humilde mente, todo lo que hemos expresado u ocultado, y -aún hacemos- con esa expresión, epro, considerándolo, llegué a recordar 2 posiciones que he sentido "en carne propia" sobre esta dichosa frase.
1) "No la quiero. "
¿Por qué? Esto sólo demostró siemrpe mi sentimiento de inseguridad... El necesitar que el otro responda a lo dicho... Como si eso feura a demostrar mi existencia. Como si de otra forma pudiera desaparecer. "Seguiré existiendo mientras alguien recuerde quién soy". Alguien lo dijo, aunque no recuerdo, irónicamente, quien fue. Pues, aunque ese dicho -admito para quien le interese- me halla deslumbrado en su momento, es erróneo. Porque quien realmente nunca nos fallará si no queremos que nos falle, y por tanto, quien debe ser nuestro seguro, nuestro "recordador", no es nadie más que uno mismo... Así de simple, y así de difícil de cumplir.
Paradójicamente, para obtener esa ansiada, necesitada en el mal sentido, respuesta, debíamos exponernos más y dar varios comentarios que podrían tranquilamente quedar flotando perdidos si fueran inútiles... Al menos nos arriesgamos, aunque sea por el motivo incorrecto.
2) Dámela.Al menos en apariencia, esta representa más fortaleza... ¿O no? Es, también, una necesidad de "ganar" de alguna manera, aunque la supuesta competencia no haya sido acordada jamás... Está bien, muchas carreras y muchos torneos son de "acuerdo silencioso", lamento informarte (o informarme), de todas maneras, que este del que hablo no entra en esa categoría.
...por último, tambiñen existe la posibilidad, casi patética, de no saber cuándo hacer silencio... Puede ser el error más inocente y pequeño, pero como a la vida le faltaría algo de sentido si fuera justa, es el peor considerado en muchos casos... Vamos, no podemos vivir pensando.
Tras esto... la opción correcta sería ser... ¿indiferente?
Sí y no.
Lamentablemente, no se puede tomar partido, pero ojo, ya que todo está en la más delicada balanza, debemos encontrar algún punto medio, aunque se nos lleguen a permitir, con consecuencias, las tendencias...
¿Habrá alguna forma de estar seguro?
...si existieran los compañeros eternos de los cuentos... Si existiera el "para siempre".
PD: Para evitar cualqueir tipo de plagio:
El post anterior y partecita de este: Inspirado por Dana Gastellú Valmayor y su personaje de Roleplay.
"Conclusión" (aunque no derive a nada) de este post: Inspirado por el personaje Oz Vessalius / Bezarius (según transcripción) de Jun Mochizuki.
Ah, también... Cualquier incoherencia se debe a que mis pensamientos fluyeron muy rapido, para variar. Sí, lo sé... elgí una roca. Con todo lo que eso implica.
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